29 de abril 2025
Jesús empezó a decirles: «Estad atentos para que nadie os engañe. Vendrán muchos en mi nombre, diciendo: “Yo soy”, y engañarán a muchos. Cuando oigáis hablar de guerras y noticias de guerra, no os alarméis. Todo esto ha de suceder, pero no es todavía el final; se levantará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá terremotos en diversos lugares, habrá hambres. Todo esto será el comienzo de los dolores. Mirad por vosotros mismos. Os entregarán a los tribunales, seréis azotados en las sinagogas y compareceréis ante gobernadores y reyes por mi causa, para dar testimonio ante ellos. Es necesario que se anuncie antes el Evangelio a todos los pueblos. Pero cuando os conduzcan para entregaros, no os preocupéis por lo que habréis de decir; decid lo que se os inspire en aquel momento. Porque no seréis vosotros los que habléis sino el Espíritu Santo. Y entregará a la muerte el hermano al hermano y el padre al hijo, y se levantarán hijos contra padres y se darán muerte; y seréis odiados por todos a causa de mi nombre, pero quien persevere hasta el fin se salvará.