IV Domingo de Epifanía

La Palabra de Dios

Juan 2. 1-11

A los tres días había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó el vino, y la madre de Jesús le dice: «No tienen vino». Jesús le dice: «Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora». Su madre dice a los sirvientes: «Haced lo que él os diga». Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Jesús les dice: «Llenad las tinajas de agua». Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dice: «Sacad ahora y llevadlo al mayordomo». Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llama al esposo y le dice: «Todo el mundo pone primero el vino bueno y, cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora». Este fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.

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Reflexión

Hoy nos ofrece la reflexión de la Palabra Jacob van Etten

La Señal del Vino

El Evangelio de Juan es mi libro favorito dentro de la Biblia. Es una obra de arte literaria que tiene de todo: filosofía, psicología, y, en el pasaje de hoy, simbología. Jesús convierte seis tinajas de agua en vino. No es simplemente una historia que enseña que Jesús hace milagros inexplicables, como un hechicero. Tienen un significado más profundo.

Para escribir su evangelio, Juan escogió seis señales. Las bodas de Caná es la primera señal. Otra señal es por ejemplo la multiplicación de los panes y los peces. ¿Por qué 6 tinajas y por qué 6 señales? Nada es coincidencia, todo tiene su significado en el evangelio de Juan.

Pintura al óleo de Antonio Estruch Bros de 1897 titulada Las Bodas de Caná y que representa la escena de Jesús pidiendo al mayordomo que llene las 6 tinajas de agua
Jesús les dice: «Llenad las tinajas de agua»

El número 6 tiene que ver con la creación. En Génesis, Dios crea el mundo en 6 días. Según Juan, Jesús inaugura una nueva creación, también en 6 partes.

El vino es como el primer día de la nueva creación. Es como cuando se empieza un banquete judío, con el vino. Simboliza la abundancia y la alegría, la compañía de un banquete. En la nueva creación, compartimos con los demás en una fiesta. Luego en el evangelio también llegará el pan, es la cuarta señal. El banquete está completo.

Juntos el vino y el pan simbolizan la nueva vida que nos da Dios en Cristo. Jesús nos invita a una mesa donde comparte sus bendiciones: el perdón, la sanación, la cercanía con Dios y los demás. A la vez, muestra cuál es el propósito de toda la creación desde el principio: compartir y disfrutar con gratitud y alegría, compartir en unidad. Es la promesa que dio Dios desde el principio en la Biblia. Dios realiza esta promesa a través de la historia con Abraham, David y finalmente a través de Jesús, para todas las naciones.

¡Mi deseo es que nosotros podamos experimentar cada vez más esta alegría contagiosa de Jesús!

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Oración para la semana:

Dios del cielo,

tú envías el evangelio hasta los confines de la tierra

y a tus mensajeros a todas las naciones

envía tu Espíritu Santo para transformarnos

por la buena nueva de la vida eterna

en Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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