La Palabra de Dios
IV Domingo después de Trinidad
Lucas 10. 25-37
Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna? Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? Aquel, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.
Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo? Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. Asimismo, un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo. Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese. ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.
Reflexión
Hoy nos ofrece la reflexión de la Palabra Pedro L. Rodríguez
¿QUIÉN ES MI PROJIMO?
Por ahí nosotros podemos ver que tender a la vida eterna, ser discípulo de Jesús, no es una cosa complicada, se trata de observar un doble mandamiento “amar a Dios con toda el alma; amar al prójimo como a uno mismo”; es exigente, sí, pero no es complicado.
Es realmente conmovedora la escena, pero es también sumamente interpelante. ¿Cómo actuamos nosotros frente a las necesidades de los demás?, ¿nos conmovemos, nos acercamos?, ¿tratamos, según nuestras posibilidades, de brindar una ayuda?
Esta parábola nos invita a contemplar el proceder de esta persona y a seguir sus pasos. Es precisamente lo que Jesús le dice al doctor de la ley “¿Quién te parece que obró adecuadamente?, ¿quién te parece que se hizo prójimo de esa persona?”, y el doctor de la ley responde “El que tuvo misericordia”, entonces Jesús indica anda y hace lo mismo, y eso nos lo está diciendo a nosotros también hoy, anda y hace lo que hizo el buen samaritano. Qué lindo si tratamos de ponerlo en práctica, en obra en nuestra vida.
Oración para la semana
Padre bondadoso,
por la obediencia de Jesús
trajiste la salvación a nuestro mundo descarriado:
haz que estemos en armonía con tu voluntad,
para que en él encontremos todas las cosas restauradas,
nuestro Salvador Jesucristo. Amén.