La Palabra de Dios

Segundo Domingo de Cuaresma

Evangelio según Lucas, 13. 31-35

En aquella ocasión, se acercaron unos fariseos a decirle: «Márchate de aquí, porque Herodes quiere matarte.»

Él contestó:

“Id y decirle a ese zorro: hoy y mañana seguiré curando y echando demonios; pasado mañana llego a mi término. Pero hoy y mañana y pasado tengo que caminar, porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén.

Ilustrtación que representa a Jesús hablando con los fariseos

¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina reúne a sus pollitos bajo las alas! Pero no habéis querido. Vuestra casa se os quedará vacía. Os digo que no me volveréis a ver hasta el día que exclaméis: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!”


Reflexión

Hoy nos ofrece la reflexión de la Palabra el padre Guillermo Gil

El evangelista Lucas nos muestra como el miedo de las autoridades civiles y eclesiásticas ante un nuevo mesías y ante quien busca restaurar la Ley de Dios es amenazado  “márchate de aquí porque Herodes quiere matarte” y los fariseos no le estaban haciendo un favor…lo querían fuera de Jerusalén pues era para ellos una amenaza pues denunciaba su forma de vida incoherente a la luz de la Ley del Señor.

Pero Jesús no se queda callado “Id y decirle a ese zorro: hoy y mañana seguiré curando y echando demonios; pasado mañana llego a mi término.  Pero hoy y mañana y pasado tengo  que caminar, porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén”

Nada ni nadie iba a impedir la misión de Jesús… y es que esa misión se hacía en los dominios de quienes lo señalaban, lo juzgaban y de quienes lo iban a sentenciar a muerte. Estaba en la mira de todos en Jerusalén.  ¿De qué sirve Servir a Dios si no puedes cumplir la misión por la que has sido enviado?

La presencia de los instrumentos de Dios, en este caso los profetas, no cae bien en quienes ostentan el poder religioso, político, militar. Pues se sienten amenazados por quien denuncia sus atropellos,  porque imponen normas sin sentido, porque evidencia sus fechorías, sus desmanes, su manera de enquistarse en el poder y no querer cambiar las estructuras.

Y la frase de Jesús… parece un “ayayay”… pero no solo de sentencia sino de lamentación… y la leo así: (¡Ay de ti Jerusalén!) ¡Jerusalén, Jerusalén que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían!  Pareciera que no aprendieran a reconocer la luz en medio de las tinieblas y quisiera la sociedad misma por temor a vivir en la verdad arrojarse a vivir en las tinieblas.

Seguiremos caminando haciendo el bien, curando y expulsando demonios… no cambiaremos nuestra manera de ser y de dar a conocer una ley restaurada en el Amor. Desobedientes, sí, pero para seguir amando como Cristo ama a su pueblo y así poder cumplir nuestra labor de Profetas.

Mosaico de la gallina clueca con sus polluelos que se encuentra en el frontal del altar de la capilla de Dominus Flevit en Jerusalén

Así, el evangelio cierra con una imagen que se ha perdido en la Iglesia. La imagen del Dios “Gallina” que quiere proteger a sus polluelos bajo sus alas.  Alguna vez me di a la tarea de meditar sobre esta imagen de la iglesia primitiva y es una de las más bellas.  En estos días nacieron en la finca tres polluelos, ninguno de los tres son de la gallina; son de otras, de otro gallinero y los tres corren a esconderse bajo la gallina clueca, que los cuida como suyos, que los ve como propios… y ¡ay de quien se acerque a ellos! Toda una manera de proteger, un estilo particular de la naturaleza misma de buscar protección y de ser protegidos.  Traslademos eso a nuestra relación con Dios: ¡Cuán grande es la protección de Dios para quien lo busca! ¡cuán grande se extienden sus alas como escudo y calor de madre!  Cuántos peligros hoy nos acechan y si le buscamos y corremos bajo sus alas, Él se enfrenta por nosotros.

¡Rechazar la palabra es rechazar a Cristo!  Y si rechazamos a Cristo nuestra casa quedará vacía. No volverá hasta el final de los tiempos cuando digamos ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!

¿Por qué dejar todo para lo último? ¿Por qué no reconocer su Palabra y meditarla? ¿por qué seguir matando a sus enviados? ¿por qué no arroparnos, como Dios quiere, dentro de su plumaje para recibir su protección como pueblo de Dios?

En esta cuaresma Señor, te descubrimos como un Dios “Gallina”: queremos correr tras de ti como polluelos, pues te reconocemos como nuestro Salvador. Tú Señor, nos proteges del pecado y de la muerte. Extiende tus alas por Ucrania y protégelos de todo mal y peligro.  Escóndelos de la furia del guerrero, del misil, del tanque, del fusil y de la bala para que no cumplan su cometido.  Tú nos defiendes del enemigo que nos acecha y nos das tu protección.  ¡Amén!


 

Oración para la semana

Dios todopoderoso, haz que,

mediante la oración y la disciplina de la Cuaresma,

entremos en el misterio de los sufrimientos de Cristo,

y siguiendo su camino lleguemos a participar en su gloria;

por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

 

Comparte