La Palabra de Dios
Evangelio según Juan, 2. 1-11
Las bodas de Caná
Tres días más tarde se celebraba una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. También fue invitado Jesús a la boda con sus discípulos.
Sucedió que se terminó el vino preparado para la boda, y se quedaron sin vino. Entonces la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino».
Jesús le respondió: «Mujer, ¿por qué te metes en mis asuntos? Aún no ha llegado mi hora».
Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan lo que él les diga».
Había allí seis recipientes de piedra, de los que usan los judíos para sus purificaciones, de unos cien litros de capacidad cada uno.
Jesús dijo: «Llenen de agua esos recipientes». Y los llenaron hasta el borde. «Saquen ahora, les dijo, y llévenle al mayordomo».
Y ellos se lo llevaron. Después de probar el agua convertida en vino, el mayordomo llamó al novio, pues no sabía de dónde provenía, a pesar de que lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua.
Y le dijo: «Todo el mundo sirve al principio el vino mejor, y cuando ya todos han bebido bastante, les dan el de menos calidad; pero tú has dejado el mejor vino para el final». Esta señal milagrosa fue la primera, y Jesús la hizo en Caná de Galilea.
Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.
Reflexión
Hoy nos ofrece la reflexión de la Palabra el padre Guillermo Gil
Que agradable es la hospitalidad en casa de los amigos….Y lo vivimos en el tiempo de adviento cuando visitábamos a vecinos y amigos para la novena y las fechas de fin de año…nada podía faltar todo en abundancia para el que llegase disfrutara.
El primer milagro de Jesús no fue curar un paralítico, un ciego, levantar un muerto o expulsar demonios. El primer milagro de Jesús fue convertir el agua en vino. Y lo hace para la que fiesta continúe. Es que el milagro detrás de transformar el agua en vino es fortalecer la unión de la comunidad y reestablecer la alegría. Y eso se lograba a través de una buena bebida para poder compartir, estrechar lazos y alegrar el corazón.
Recordemos que en el antiguo testamento se espera la unión de Dios con su Pueblo, el amado y la amada se representa en que Israel se despose con su amado. Cristo es el amado y la Iglesia su amada. Y las bodas de Canaán es esa representación de desposarse con el pueblo de Dios.
Por tanto es una fiesta el desposorio para la comunidad.
Pero Jesús no llega a las Bodas de Caná para que le sirvan en compañía de María y los discípulos sino para servir…la presencia de Jesús en medio de la comunidad es transformadora, nos va a devolver la alegría en medio de la fiesta.
No estaba planeado por Jesús “hacer la Vaca” («hacer vaca» recoger entre varios, dinero para comprar algo) para recoger para el vino que se estaba acabando con sus discípulos. María le pide que obre en la fiesta aun sabiendo que no era el momento de darse a conocer. Sin embargo Jesús atiende el llamado de su Madre que intercede para que la Fiesta continúe. Devolver la alegría a la comunidad reunida entorno al desposorio.
No puede haber verdadera fiesta sin Cristo presente en medio de la comunidad pues el viene para obrar en grande.
Recuerdo a un sacerdote de edad que nos entrevistó previo al matrimonio hace unos 20 años. Su frase era: “El matrimonio es entre tres” y yo dije para mis adentros “un trio nooo!! esto no puede ser!!” Y él se sonreía diciéndonos “Cristo también hace parte de ese matrimonio” Es Clave en la vida matrimonial pues como Iglesia doméstica también debemos ser desposados por Cristo. Esto significa que la transformación de una pareja a una vida en Cristo es realmente el primer milagro de una familia.
En las bodas de Caná había un comentario por lo general el vino nuevo se servía de primeras y luego cuando la fiesta avanzaba se sacaba un vino más barato. Aquí Jesús invierte esa costumbre el Vino Nuevo llegó al final. Jesús es el Nuevo Vino que llega en abundancia. No es una prueba y se acabó y quedamos con más ganas. Es la botella, es el barril es la Vid entera puesta al servicio de la comunidad que se da en abundancia y nos desborda de alegría.
¿Cuál vino necesitamos beber en nuestras vidas? Aquel que aleje las penas, aquel que nos devuelva la esperanza, aquel que nos permita reunirnos en familia, aquel que podamos compartir en abundancia devolviendo la ALEGRIA mayúscula a nuestras vidas….pues no hay de otra es un vino de excelente calidad que debemos tener a la mano y ese vino debe estar en nuestra despensa y ser servido para todos a diario. No hay de otra “embriagarnos de la Sangre de Cristo” una experiencia verdaderamente transformadora.
¡Señor Jesús! Hoy queremos vivir la Fiesta de tu amor en comunidad. Danos de beber un Vino Nuevo que ayude a recobrar la Alegría en nuestros corazones en medio de tanta tragedia, de tanta muerte, de tanto sufrimiento. Ayúdanos a soportar tanto dolor en nuestras vidas con la esperanza que contigo podemos salir adelante. ¡Amén!
Oración para la semana
Señor Eterno,
nuestro principio y nuestro fin:
llévanos con toda la creación
a tu gloria, oculta a través de las edades pasadas
y dada a conocer
en Jesucristo nuestro Señor. Amén.