Mateo aparece en la lista de los doce apóstoles de Jesús y, según el evangelio escrito con su nombre, era recaudador de impuestos. Marcos y Lucas llamaron Leví al recaudador de impuestos, y se ha supuesto que son la misma persona. Esta ocupación fue despreciada por sus compañeros judíos como una traición a la fuerza romana de ocupación, pero Cristo demostró que juzgar por la apariencia externa no era lo suyo. Comió con Mateo y con sus amigos, escandalizando a los que le rodeaban. Mateo le siguió a su llamada y esto fue suficiente para Jesús, pues había atraído a alguien de vuelta a Dios. Era perdonado, por lo tanto era aceptable, por lo tanto era recibido.


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