Propio 16
Evangelio según Juan 6. 55, 60-69
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: «Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida». Al oír sus palabras, muchos discípulos de Jesús dijeron: «Este modo de hablar es intolerable, ¿quién puede admitir eso?»
Dándose cuenta Jesús de que sus discípulos murmuraban, les dijo: «¿Esto los escandaliza? ¿Qué sería si vieran al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da la vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida, y a pesar de esto, algunos de ustedes no creen». (En efecto, Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo habría de traicionar). Después añadió: «Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede».
Desde entonces, muchos de sus discípulos se echaron para atrás y ya no querían andar con él. Entonces Jesús les dijo a los Doce: «¿También ustedes quieren dejarme?» Simón Pedro le respondió: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna; y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios».
Evangelho segundo João 6. 55, 60-69
Naquele tempo, muitos dos discípulos de Jesus, que o escutaram, disseram: “Esta palavra é dura. Quem consegue escutá-la?”
Sabendo que seus discípulos estavam murmurando por causa disso mesmo, Jesus perguntou: “Isto vos escandaliza? E quando virdes o Filho do Homem subindo para onde estava antes? O Espírito é que dá vida, a carne não adianta nada. As palavras que vos falei são espírito e vida. Mas entre vós há alguns que não creem”. Jesus sabia, desde o início, quem eram os que não tinham fé e quem havia de entregá-lo.
E acrescentou: “É por isso que vos disse: ninguém pode vir a mim a não ser que lhe seja concedido pelo Pai”. A partir daquele momento, muitos discípulos voltaram atrás e não andavam mais com ele. Então, Jesus disse aos doze: “Vós também vos quereis ir embora?” Simão Pedro respondeu: “A quem iremos, Senhor? Tu tens palavras de vida eterna. Nós cremos firmemente e reconhecemos que tu és o Santo de Deus”.
» Tú tienes palabras de vida eterna; y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios»
Reflexión
Aquí, en este pasaje del Evangelio, podemos apreciar que Jesús dice que su carne es verdadera comida y su sangre verdadera bebida, refiriéndose a la Santa Eucaristía como recordatorio perpetuo, real y salvífico de su sacrificio por nosotros.
Al escuchar esas palabras, algunos de sus discípulos, en gran mayoría, dijeron que era realmente inaguantable su forma de decir las cosas y le dejaron. Entonces, al percatarse de lo que estos discípulos decían entre sí, les replicó preguntándoles por qué se asombraban, que entonces cómo le verían siendo el hijo humano de un hombre, pero al mismo tiempo verdadero Dios y verdadero hombre al 100% en las dos naturalezas, la humana y la Divina. Que no lo comprenderían, ya que no estaban ni eran totalmente del Espíritu Santo de Dios, haciéndoles entender que el Espíritu Santo es el que da la vida y que la carne no es provechosa. Que las cosas que Él les había dicho son de vida y en el Espíritu Santo de Dios, sabiendo el Señor desde el principio quiénes creían realmente y quiénes no, explicando también que nadie puede ir a Dios, el Padre, si Él no lo permite.
A partir de ahí, varios de la mayoría de sus discípulos no anduvieron más con Él. Fue cuando Jesús les preguntó a los apóstoles si también ellos lo iban a abandonar: entonces Pedro le dijo que a dónde y a quién acudirían, ya que Él, Jesús, tiene palabras de Salvación y vida eterna, confirmando y ratificando que Cristo es el Hijo del Dios vivo, por medio del cual y del único que se puede obtener el perdón de los pecados, la Salvación y la Vida Eterna en y para el Reino de Dios en los cielos.
Amén. Hasta aquí la reflexión de este pasaje del Evangelio de hoy.
Iván Ferrera
Colecta
Dios todopoderoso,
tú nos buscas y nos conoces:
que confiemos en ti en la fuerza
y descansemos en ti en la debilidad
ahora y en todos nuestros días;
por Jesucristo nuestro Señor. Amén.