La Palabra de Dios

Cuarto Domingo de Cuaresma

Evangelio Lucas, 2. 33-35

El padre y la madre del niño se quedaron maravillados por lo que se decía de él.

Simeón les dio su bendición y le dijo a María, la madre de Jesús:

“Este niño está destinado a causar la caída y el levantamiento de muchos en Israel, y a crear mucha oposición, a fin de que se manifiesten las intenciones de muchos corazones. En cuanto a ti, una espada te atravesará el alma”


Reflexión

Hoy nos ofrece la reflexión de la Palabra el padre José Antonio Jiménez

Una espada te atravesará el alma

El evangelio de hoy por una parte se nos dice; que tanto José como María están maravillados por lo que les manifiesta Simeón de su hijo, aunque por otro lado dirigiéndose a María le augura un gran dolor.

Probablemente María ya experimentara angustia cuando tuvo que hacer frente a su embarazo y, además, manifestárselo a su prometido. También al poco tiempo de nacer Jesús tuvieron que sufrir muchas penalidades y huir a Egipto. Posteriormente, esta familia experimentó durante tres días la angustia de no saber dónde se encontraba su hijo el adolescente Jesús.

Y el día de la presentación en templo, después de dejarlos maravillados, Simeón le dice a María que padecerá un sufrimiento tan grande que le atravesará el corazón, y este dolor lo afrontará solo sin José.

El dolor que se refiere Simeón es el dolor de una madre cuando ve a su hijo humillado, despreciado, torturado, cuando lo ve cargado con una cruz sudando sangre caminando hacia el calvario, cuando lo ve que lo clavan a un madero y le ponen una corona de espinas, cuando lo ve ya agonizando, y ya muerto, le penetran con una lanza.

¿Cómo pudo soportar esta mujer tanto dolor?

Ella soportó el peor dolor que puede sentir un ser humano, el dolor psicológico o emocional; el Evangelio describe bien este dolor cuando dice: “una espada te atravesará el alma”.

Cuadro que representa la presentación de Jesús en el templo

Este pasaje del Evangelio de hoy, me evoca a los acontecimientos que estamos viendo de un “tirano” que está causando mucho dolor. Será porque hemos visto cómo muchas mujeres, al igual que María y José, tuvieron que huir de otro tirano. Será porque he sido testigo pasivo y he visto cómo una mujer, que esperaba en un hospital tener a su bebé, son vilmente asesinados. Nadie puede negar que las mujeres y las personas vulnerables son las víctimas, pero también ellas son las heroínas.

La Virgen María era más fuerte que José; ellas son más fiables y fuertes que los hombres en los momentos duros de dolor, quizás por ello Dios no dejó san José que experimentara el sufrimiento de ver padecer a su Hijo; quizás también por ello, nos recuerda san Lucas que “María guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón”. Porque sencillamente ellas suelen tener un gran corazón: ojalá tengamos un gran corazón como el de María con capacidad de confiar, amar, esperar y crecer en esperanza.

Para terminar, te pido, por favor, que cierres los ojos, respires profundamente y, desde lo hondo de tu corazón, supliques a Dios por la Paz de Ucrania.

Gracias por vuestra atención.

Rvdo. José Antonio


Oración para la semana

Dios de amor,

apasionado y fuerte,

tierno y cuidadoso:

vela por nosotros y cuídanos

todos los días de nuestra vida

por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

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