Benito Biscop, 628-690

Fundador y primer abad de los célebres monasterios gemelos de SS. Peter (en Wearmouth) y Paul (en Jarrow en Tyne, cerca); se le considera el padre del monacato benedictino en Inglaterra.

De noble nacimiento, fue caballero del rey Oswiu (Oswy) de Northumbria antes de renunciar (653) a una vida mundana. En ese año fue a Roma, y después de un segundo viaje romano, se convirtió en monje en Lérins, Fr. (666-667), donde tomó el nombre de Benedicto.

Una vez más en Roma, dirigió (668-669) a Teodoro de Tarso, que acababa de ser consagrado arzobispo de Canterbury, a Inglaterra. En 669 Benedicto fue nombrado abad de San Pedro y San Pablo (más tarde San Agustín), Canterbury, Kent.

Hizo un cuarto viaje a Roma en 671 para recibir instrucciones en prácticas monásticas, y en 674 construyó en tierras que le concedió el rey Ecgfrith de Northumbria el monasterio de San Pedro en Wearmouth, donde introdujo la Regla Benedictina.

Con San Ceolfrido, prior y más tarde su sucesor en Wearmouth, Benedicto fue a Roma c. 678, regresando con un instructor en música eclesiástica. En 682 construyó la fundación hermana de San Pablo en Jarrow, regresando en 687 a Roma.

Fresco que representa a Benito Biscop

Estas repetidas visitas romanas le permitieron hacer una espléndida colección de manuscritos, reliquias e imágenes con las que dotó a sus monasterios, de modo que a finales del siglo VII y principios del VIII comprendían uno de los centros más florecientes de la erudición cristiana y el arte en Europa occidental.

Entre sus alumnos se encontraba el célebre historiador el Venerable Beda. La excelente biblioteca que Benedicto había reunido hizo posible el trabajo de Beda, cuya Historia abbatum («Vidas de los abades») es la mejor fuente sobre la vida de Benedicto.

De los cimientos monásticos establecidos por Benedicto vino una tradición de aprendizaje y logros artísticos que influyó en todo el noroeste de Europa. Lisiado c. 686, permaneció postrado en cama hasta su muerte. Según los informes, sus reliquias fueron trasladadas en 970 a la abadía de Thorney, Isla de Ely.

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