Richard Rolle de Hampole, (1290 – 1349) 

Místico inglés y autor de tratados místicos y ascéticos.

Rolle asistió a la Universidad de Oxford pero, insatisfecho con los temas de estudio y la disputa allí, se fue sin un título.

Se estableció como ermitaño en la finca de John Dalton de Pickering, pero más tarde se mudó a otras ermitas y probablemente siempre llevó una vida errante, despertando cierta oposición pero ganando mucha admiración.

Se mantuvo en contacto con varias comunidades religiosas en el norte y parece haberse convertido en consejero espiritual de las monjas en Hampole, en el sur de Yorkshire, antes de su muerte allí.

Porque el amor es una agitación premeditado de nuestros pensamientos a Dios, para que reciban nada de lo que está en contra del amor de Jesucristo, y con ello que sea duradero en la dulzura de la devoción, y que es la perfección de esta vida.

La importancia de Rolle radica en la prosa devocional que compuso en lengua vernácula para las lectoras. A veces es difícil distinguir sus escritos de los de sus seguidores e imitadores.

Grabado que representa a Richard Rolle

Esas epístolas y tratados en inglés o latino que definitivamente se han atribuido a Rolle, sin embargo, reflejan su ferviente devoción y su énfasis en una unión mística arrebatadora con Dios. A lo largo de sus escritos se exalta la vida de contemplación y soledad.

Los escritos de Rolle en latín son demasiado retóricos, pero su estilo de prosa en inglés es animado, flexible y persuasivo. Su influencia y reputación duraron hasta la Reforma Protestante.

Richard Rolle destacó por el fervor espiritual y la devoción de sus prolíficos escritos sobre el amor del alma, su camino hacia Dios y su unión extática con él. Sus escritos fueron extremadamente populares, atesorados por laicos sin formación y por aquellos con vocación religiosa, tanto por la renovación espiritual que fomentaba con su instrucción como por el lirismo o la accesibilidad de su lenguaje: queriendo llegar a un amplio público, escribió en latín y en inglés, siendo el primer místico inglés en escribir en su lengua materna.

Una de sus citas recuerda la importancia de amar a Dios y a las personas, no a las cosas, ya que encarnamos lo que adoramos y nos asemejamos a aquello a lo que otorgamos nuestro afecto:

«¿Qué es el amor sino la transformación del deseo en la propia cosa amada? Todo amante se asimila a su amado. El amor hace al que ama, semejante a lo que ama».

Capítulo 17 de El fuego del amor.

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