Francisco de Sales, obispo y doctor de la Iglesia
(Castillo de Sales, Thorens, 1567 – Lyon, 1622) Prelado francés. De noble familia, creció en un ambiente impregnado de piedad franciscana y estudió en París (1582).
En la universidad, las doctrinas calvinistas sobre la predestinación le provocaron una profunda crisis al creerse condenado; emitió entonces un voto de amor y de confianza en Dios que le permitió recuperar la paz.
Ya abogado y sacerdote en 1593, fue nombrado coadjutor del obispo de Ginebra, tío suyo (1599). Le sucedió en 1602 en esa sede, transferida a Annecy. Reorganizó la diócesis y, con la ayuda de Juana de Chantal, fundó la Orden de la Visitación (1610).
Escritor prolífico, unió la espiritualidad con la psicología; entre sus obras cabe citar Introducción a la vida devota (1609), Tratado del amor de Dios (1616) y once volúmenes de Cartas.
Hijo del conde de Sales, Francisco realizó sus primeros estudios en los colegios de La Roche y Annecy; luego pasó a París con los jesuitas. En 1592 se dirigió a Padua, donde se doctoraría en derecho civil y canónico. La maduración de su profunda vida espiritual lo aproximó al jesuita P. Possevin, quien le ayudó a perfeccionar el estudio de la teología y le explicó las obras de Santo Tomás de Aquino.
El soberano artificio es no tener artificio. Nuestras palabras han de estar inflamadas, no con gritos o acciones desmesuradas, sino por el afecto interior; tienen que salir del corazón más que de la boca. Por mucho que se diga, el corazón habla al corazón, mientras que la lengua no habla más que a los oídos.
Vuelto a Saboya, su padre quiso introducirlo en el senado de Chambéry como abogado; pero cuando trató de casarlo, el joven Francisco manifestó su firme intención de abrazar el estado eclesiástico y profesó los primeros votos. Empezó a predicar con éxito siendo todavía diácono; en 1593, ya ordenado sacerdote, trató de convertir a los hugonotes de Chamblai, y de 1594 a 1598 se entregó a una intensa labor de apostolado para reintegrar a los saboyanos al seno del catolicismo.
En 1599 el obispo de Ginebra lo tomó como coadjutor suyo y tuvo que permanecer algún tiempo en Roma; antes de ser consagrado se dirigió a París y pidió a Enrique IV de Francia permiso para la evangelización de Gex. En 1602 ocupó la sede episcopal de Ginebra, cuna del reformismo de Calvino, y se dedicó con nuevo fervor a la actividad apostólica; predicó en Dijon, Chambéry y Grenoble, y en 1617-18 volvió a París, donde conoció a San Vicente de Paúl y renunció al nombramiento de coadjutor del cardenal de Retz.
Antes de juzgar al prójimo pongámoslo a él en nuestro lugar y a nosotros en el suyo, y a buen seguro que será entonces juicio recto y caritativo.
Junto con la baronesa Juana de Chantal, más tarde canonizada, fundó en 1610 la Orden de la Visitación, convertida en 1626 por Urbano VIII en instituto religioso. Declarado beato en 1661 y santo en 1665, en 1877 fue elevado a doctor de la Iglesia por Pío IX. San Francisco de Sales es el patrono de los periodistas y de los salesianos, un conjunto de diversas congregaciones fundadas por Don Bosco; su festividad se celebra el 24 de enero.
Entre las principales obras de Francisco de Sales cabe mencionar las siguientes:
- Introducción a la vida devota: en esta obra, San Francisco presenta todos los deberes que debe de tener un buen cristiano siguiendo siempre los mandamientos de la iglesia. Enseña que el hombre, sin buena voluntad, no tendrá la posibilidad de poder ser digno de la gracia de Dios y busca entender al mundo y a todas las tentaciones que en él existen. También promueve la oración, la práctica de la virtud y de los sacramentos.
- Tratado del amor de Dios: aquí, se encarga de desarrollar de forma amplia todos los aspectos importantes del cristianismo. Hace una descripción de lo que significa el verdadero amor de Dios, su gracia y de cómo es que nacen las almas. Este libro lo finaliza exhortando a las personas para que practiquen la caridad, la humildad y muchas otras virtudes del cristianismo sin las cuales no existiría el amor de Dios.
- Otras de sus obras fueron Controversias, los Sermones, los Opúsculos, las Cartas Espirituales.