Dionisio de Paris y sus Compañeros Mártires.
Dionisio está considerado por san Gregorio de Tours uno de los siete personajes enviados por el papa Fabián a la Galia para evangelizarla, más adelante se fue tejiendo su leyenda desde la abadía de Saint-Denis, al norte de la ciudad de París (Sena Saint-Denis). Después el relato de su vida fue popularizado por Santiago de la Vorágine en la Leyenda Dorada. Aparte de la confusión con Dionisio Areopagita, considerado discípulo de san Pablo y obispo de Atenas, Dionisio de París habría vivido en el siglo III. Denys llegó a la Lutecia romana (ahora París) acompañado de Eleuterio y Rústico, a causa del éxito en la propagación del cristianismo fue perseguido por el prefecto y los tres fueron sometidos a diversos tormentos. Después de que el santo sobrevivió a suplicios diversos, finalmente fue decapitado en Montmartre (año 250). La tradición explica este topónimo como una derivación del Mons Martyrum, en lugar de la más probable de Mons Martis. Envió a Luciano a la ciudad de Beauvais.
Tradicionalmente se ha situado el martirio en el lugar donde más adelante se levantaría la capilla de Saint-Martyre que luego evolucionaría hasta acoger en sus inmediaciones la abadía benedictina femenina de Saint-Pierre de Montmartre. En el momento de su decapitación el mártir Dionisio se levantó, recogió su cabeza y se dirigió hasta el lugar donde ahora se encuentra la basílica de Saint-Denis, donde fue enterrado. Posteriormente en ese lugar de enterramiento se fundaría la abadía de Saint-Denis, ahora basílica y panteón real. Debido al episodio sobrenatural del transporte de su propia cabeza hacia otro lugar, a menudo se representa a Dionisio, como obispo y sosteniendo su cabeza con las manos. Su culto se popularizó en la actual Francia, especialmente en la ciudad de París de donde es patrón, se levantaron muchas iglesias con su advocación, entre las que cabe mencionar Saint-Denis de la Chartre, en la isla de la Cité, donde se considera que estuvo encarcelado antes de su martirio.