Mañana día de San Andrés la Iglesia de Inglaterra contará con un nuevo Obispo. Será obispo de la Diócesis de Alejandría en Egipto y me siento tan contento e ilusionado como si estuviera viviendo allí mismo tan extraordinario acontecimiento.
Hace 30 años solía acudir a la liturgia de Santa Margarita de Westminster y, como turista, visitaba la gran Abadía que impresionante se alza, en uno de los increíbles, por bello, enclave londinense.
Mi destino, muchas veces complicado, me llevó a conocer a don Anthony un medio día de septiembre de hace ya unos años, en esas situaciones tan peninsulares de un amigo le dijo a otro amigo…
La primera impresión que me dio, era su notable energía y su perfecto español, también su capacidad resolutiva, pues pudo organizar la touch visit (visita para ciegos) -me acompañaba mi mujer- de un modo magistral.
Tengo que reconocer que en un lugar tan maravilloso y, más para mí, que amo tanto la historia, me encontraba abrumado y sobrepasado por todo lo que apreciaba a mi alrededor. Pero, sorprendentemente, en todo aquel esplendor, comenzó a hablarme de Dios, de servir a la Iglesia y de ser presbítero dentro de ella.
Desde ese día hasta hoy debo decir que en él he apreciado muchos valores, la escucha, la fidelidad a la amistad, y una cercanía increíble. A esto, sumo el ánimo en creer que comunica aun en la dificultad y el no haberle oído jamás hablar mal de nadie.
Hablé con él tras enterarme de su nombramiento y claro, entendí que lo que le venía encima era impresionante, pero también llegamos a la conclusión de que al final, el Señor siempre da cargas que podemos soportar.
Meditando en su nombramiento me pareció que una frase de San Pablo le caracteriza y es la que dice: “Impendant et superimpendant ipse”, “me gastaré y me desgastaré por vosotros”.
Que Dios te ayude, que lo hará, y que nuestra oración te acompañe.