Teresa de Jesús: un pilar para el ecumenismo

Trasladamos al panorama actual unas declaraciones que hizo el ex-arzobispo primado de la Iglesia Anglicana, Rowan Williams sobre la “presencia ecuménica” de Santa Teresa entre los anglicanos y hacemos una breve reflexión sobre ello.

Williams, en su participación en el Congreso Mundial Teresiano “Teresa de Jesús, Patrimonio de la Humanidad” realizado en septiembre del año 2015, pronunció una conferencia titulada “Teresa de Jesús: un pilar para el ecumenismo”

Entre otras muchas reflexiones, Rowan explicaba que Teresa pensaba que la reforma protestante tenía un hándicap insalvable en cuanto a la concepción de la Eucaristía, ya que, para ella, no eran capaces de entender y asimilar su significado. Intentó con sus escritos –entre otras cosas- que sus comunidades tuvieran claro este asunto fundamental y primordial en la base de su espiritualidad, por ello profundizó mucho en sus escritos.

Williams, también apuntó el hecho de que Teresa de Jesús era una autora muy conocida, traducida y muy presente en las comunidades del Reino Unido: algunos de los estudios más importantes sobre ella fueron realizados por miembros de la Iglesia Anglicana.

Imagen de un manuscrito firmado por la propia Teresa de Jesús

Por último, subrayó el hecho de que Teresa “representa la presencia ecuménica para los anglicanos”

Hoy día, para nosotros Teresa también “representa la inclusión absoluta de la mujer” en todos los estamentos de nuestra amada Iglesia Anglicana. Ejemplo y paradigma de una lucha silenciosa pero efectiva y eficaz, que triunfa en pos de esa igualdad anhelada por los derechos de cada una de las mujeres, no solo en el ámbito espiritual, sino también en el social, profesional, económico, educacional, etc.

Nosotros, como Carmelitas Anglicanos, nos sentimos orgullosos de profundizar en los escritos de personas que amaron sin condiciones, más allá de sus temores personales y concepciones espirituales: Teresa, Juan, Edith están presentes en nuestra formación y en nuestra manera de acercarnos a Dios.

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