Navidad, un día más
Un día más, paseamos por la calle sin detenernos en mirar, sin parar para pensar que ante nuestros ojos también existe otra realidad que acostumbramos a soslayar, a pasar por alto.
Es la realidad de las personas que no tienen hogar, que viven bajo puentes de angustias, que trafican con el desamparo, que viven bajo el yugo de la soledad, que caminan con los zapatos de la guerra, que pasan hambre de solidaridad, o que se vacunan con grandes dosis de incomprensión.
Sí, aquí estamos, celebrando unas benditas fiestas al calor de la familia y de los amigos. Un día más para bendecir a Dios, porque lo sentimos junto a nosotros; para agradecer a nuestro Padre todas sus bondades con nosotros.
Un día más, que se nos hace rutina, que «nos obliga» a pensar -sí o sí- en todas esas personas que se sienten excluidas.
Y nos decimos: -¡Cuando pasen las fiestas nuestro primer propósito será hacer algo por estas personas!
¡Y nos mentimos!
Y de repente nos invade la culpa.
En este nuestro mundo del Evangelio del Amor de Dios, este día, Navidad, un día más, la culpa no cabe; vamos a transformarla en amor y en oración.
Una oración para que nuestro amor -y por ende, el Amor de Dios- se propague especialmente entre aquellas personas refugiadas del odio y la incomprensión; entre aquellas personas que caminan hacia «un lugar mejor» y que pasan hambre (y ahora frío) y también represiones y enfermedades.
Se propague ese amor también entre todas aquellas personas que son víctimas por el hecho de ser mujer o por ser personas que se sienten y piensan diferente de la mayoría; entre todas aquellas niñas y niños que empuñan armas para «jugar» a imponer el «tiro a la paranoia del poder».
Que ese amor incondicional se haga dueño de los corazones de las personas y que haga renacer en nosotros las ganas y la ilusión por proclamar con alegría que Jesús, nace y renace, que le seguimos y que, este día, no es un día más, sino el primero de otros muchos más para expandir su amor y sentirnos comprometidos con su mensaje.
25 de diciembre: día uno en nuestro camino comprometido por Su amor…
¡Feliz Navidad en todos nuestros corazones! – Carlos López en nombre de toda la Comunidad de Hermanos Carmelitas
La Comunidad de Hermanos y Hermanas Carmelitas Anglicanos os manda sus felicitaciones:
Felicitación del padre José Antonio J. RojasNos felicita Salvi Melguizo, desde Madrid:
Que la magia de la Navidad no nos abandone ni en estas fiestas ni en el resto del año. Goleta y yo os lo deseamos de todo corazón. Paz, amor, y alegría en nuestros corazones.
Nos felicita el padre Juan Carlos González, desde Madrid:
La esperanza de la Navidad siempre nos ilumina aunque la luz brille poco nuestra Fe nos anima siempre. ¡Feliz Navidad a tod@s!
Nos felicita el padre Ignacio Belo, desde Lisboa: